lunes, 3 de septiembre de 2012

Otro lugar... otra Historia

Sueños...deseos...ilusiones...esperanzas... un mismo sentimiento vestido cada vez con menos ropa. Sinónimos entre ellos, mismo destino para todos.



La atenta mirada de mi último atardecer. La brisa se despide de mi. Un sol marchito que se apaga sin poder evitarlo, sintiendo pena por lo que aún ve; Una esencia que no podrá borrarse jamás de este lugar, una de las pocas cosas que no sucumben a la fuerza implacable de los años.


 [Mi tiempo ha terminado, cayeron los peones].

Llegó la hora. Durante veinte años he vivido en el mundo más pequeño que conozco. Playas llenas de lágrimas de alegría, pero también de tristeza. Atardeceres que no acababan nunca, mañanas demasiado largas para un solo día.

Es hora de hacer balance. Ante mi, tengo las provisiones que he recogido a lo largo de este tiempo. Unas cajas llenas a rebosar de recuerdos, momentos, personas, experiencias y enseñanzas. Durante un segundo, dudo en abrirlas, se lo que guardan, y algunas no son agradables. Finalmente, echo un vistazo a cada una de ellas.

-Abro la primera. Simboliza la enseñanza.

Sin duda la necesitaré en mi viaje, una de las mayores frases que he llegado a conocer. Un sentimiento maquillado de nostálgia que siempre me dice el remedio para el dolor más fuerte, que no es otro que el del alma. Sin duda esta caja me la llevaré conmigo, un gran remedio contra las Heridas de la vida.

-Abro la sengunda caja, en una pegatina pone ``Realidad´´.


Veo en ella una visión de las cosas sin adornos, tal y como son fuera del efecto distorsionador de cualquier sentimiento. Una realidad tranquila y cambiante que me ayudará a ver las cosas tal y como son. No hay que olvidar que nada permanece igual para siempre, y que Lo único infinito es el horizonte.

-Voy a por la tercera. Guarda la imaginación.


Mi mayor tesoro, el recurso que más necesito para sobrevivir en un mundo gris demasiado real. Fuente de ilusión de los más risueños. Recuerdo el día en que de ella nació una historia sobre unos seres que dió lugar a las leyendas de las Melodías de la noche.

-La cuarta expresa la determinación.

Aquello que no nos gusta pero debemos soportar para un bien mayor. Una verdad que pocos quieren reconocer por no percatarse de que Los finales nunca acaban.

-Poso mis manos sobre la quinta caja. Contiene el paso del tiempo.

Mi mayor carga. Miles de días en los que soñé con algo que llegué a tener para despues perder. Veinte años amaneciendo en el mismo lugar, pero donde ni yo, ni mi mundo somos los mismos.

-Dirijo mi mirada hacia la sexta caja. En ella se haya la esperanza.

Lo que todos tenemos y lo último que perdemos. Oxígeno que nos mantiene con vida o simple lastre que no nos deja avanzar. Yo he sufrido ambas consecuencias y a pesar de que no ocupa gran espacio, la necesitaré En un lugar que desconozco.

-Voy a por la séptima. Contiene la reflexión.

Ese espacio en el que la voz se queda sin aliento y la mente es libre de expresarse. Un paréntesis en la realidad que nos invita a descansar. Aprender a apreciarlo es fundamental, pues es el principio y final de todo, recordando que El silencio es el sonido perfecto.



[Mi tiempo se ha evaporado. Las torres han caído].

Levanto la octava caja. En ella estan mis sueños.

Con tan solo tocarla, se nota que su contenido está roto. Como piezas de cerámica que sufrieron un duro golpe y ahora esperan desperdigadas que vuelvan a unir sus piezas. Hay quien puede ver aquí trastos viejos e inútiles que no debería llevarme, pero pienso arreglarlos sacándolos de los Suburbios de los sueños.

-La novena caja contiene la magia.

Apenas pesa, y no ocupa mucho sitio en mi equipaje, mas aún así es imprescindible para mantener la ilusión por algo. Con ella todo puede hacerse realidad, hacer aparecer a alguien especial o incluso, convertir una hoguera en la playa en un legendario rito de purificación del alma en los Fuegos de antíguas madrugadas.

-Intento levantar la décima caja. En ella guardo la experiencia.

Un gran recipiente que además de ser muy pesado, ocupa mucho espacio. La experiencia es la guía de estrategia para sobrevivir a todo lo que está por llegar. La mejor arma para conocer las triquiñuelas del mal y no volver a caer en la misma piedra, pues acabas aprendiendo que Los súcubos solo engañan una vez.

-La onceava caja contiene las posibilidades.

Los distintos posibles caminos que puedo tomar este próximo año estan reunidos aquí. Nada está escrito y todo está dentro de posibilidad. No hay destino que guie mis pasos, tan solo posibilidades de que ocurran acontecimientos. Un claro ejemplo de que En el destino no existe la casualidad.

-Casi sin espacio para llevarme más cosas, busco la doceava caja, donde guardo la superación.


La fuerza y voluntad de hierro para salir del más oscuro agujero se haya aquí. A veces para darte cuenta de lo fuerte que realmente puedes llegar a ser, hace falta estar al borde de la muerte de tu propio corazón para coger fuerzas y seguir adelante. La superación es la mejor arma para todo aquel que luche como Guerrero de una batalla invisible.

-Busco difícilmente un hueco para la treceava caja, la cual contiene mis recuerdos.

Todos aquellos instantes que no puedes dejar de recordar, encerrados en una foto o en cualquier simple objeto o lugar. Los recuerdos es algo que no debemos de abandonar nunca y de mantener siempre cerca de ti Lo que el tiempo te enseñó.

-Abro la penúltima caja y en ella encuentro la nostálgia.

Ese sentimiento de volver al mismo lugar en el que un día comenzó todo, y sentir que ya nada es igual. Lo recordamos con felicidad pero expresamos tristeza, una experiencia que está presente en todos los Reflejos del pasado.

-Finalmente, coloco la última caja que me llevaré conmigo en esta travesía. La abro con cuidado. Se trata del cambio.


Una mezcla de nostálgia intensificada, dolor, tristeza e impotencia. Un cóctel explosivo que puede destrozar incluso a la persona más fuerte. No es facil revivir una de las fechas más importantes de tu vida de una forma en la que tienes que asumir que este año ya no será lo mismo, que dejó de existir aquel instante inolvidable.

Puede que el secreto esté en no buscar fechas que recordar, al fin y al cabo, para mí, Todos los días son 21.

[
El Rey ha muerto. Mi partida ha terminado].

Sin duda han pasado muchas cosas este último año, aunque he de reconocer que muchas de ellas son difíciles de creer. ¿Estaba preparado?, no.
Los años no pasan en vano, recordaré siempre estos meses como una de las etapas más duras de mi vida. He perdido, he llorado, he vuelto a ganar y me han abandonado. He sonreido, he cantado, he viajado y al final todo ha terminado.

Si tuviera que describirlo todo en una palabra, sería necesario crear una en especial que recogiese todos los sentimientos.
Realmente en mi interior nunca quise marcharme. Todos partían hacia un nuevo lugar, pero yo me sentía cómodo donde siempre. ¿Por qué cambiar algo que ya de por sí te gusta?. Ahora soy yo el que busca un nuevo mundo donde vivir. Jamás tuve tan claro, que mi sitio ya no está aquí.

Lo tuve todo y ya no me queda nada. Como un escenario que un día fue acompañado por cientos de personas y ahora yace en silencio, solitario, porqye ya dejó de ser util.

Si ya no tengo a qué aferrarme o a quien acompañar, mi lugar ya no está aquí. A las puertas de un transporte portador de nuevas esperanzas y sueños que aún estan por nacer, vuelvo la vista atrás por última vez, contemplo el escenario de una obra que llega a su fin. Ahora tengo la oportunidad de empezar de cero, de ser un desconocido por primera vez, y poder inventar una nueva historia en un lugar diferente. Finalmente, recuerdo a las personas que dejo atrás, dibujo una sonrisa en sus rostros y, cargando con todo lo vivido, comienzo a caminar, dejando una lágrima como firma de lo perdido.

No me marcho en busca de mi futuro, sino huyendo de mi pasado...

-Vii Broken Crown-

``Vengo de tanto perder, que tuve miedo a tener´´ -Si te vas, Mägo de Oz-

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