jueves, 13 de diciembre de 2012

El espíritu de las voces invisibles

Hoy, al abrir los ojos, he mirado por la ventana y he visto el mismo mundo de todos los días. Con un movimiento casi automático, busqué mis auriculares, esos tan grandes que cubren por completo mi percepción de la realidad y los acompañé poniéndome mi gorro favorito para resguardarme de ese frío de Diciembre que tanto me gusta.




Mientras bajaba a la calle busqué mi lista de reproducción de todos los días, la encuentro y selecciono ''Mis demonios'' antes de emprender un paseo sin rumbo por la ciudad.

Aunque sé que hay mucha gente en este mundo, que repite estos mismos pasos, la verdad es que no conozco a nadie más que lo haga. Me gustaría cambiar eso.
Muchas veces me pregunto por qué vivimos tan intensamente la música. Me pregunto el por qué de ese sentimiento de euforia cuando nuestra canción favorita suena, o el motivo por el cual a veces lo único que necesitamos es una de sus canciones para sentirnos mejor. La respuesta para mí es bien sencilla:

Todos pertenecemos a una hermandad de viejos soñadores.

Si hay algo que nos une a todos, sin importar nuestros gustos musicales, es dejarnos llevar por lo que nos quieren decir en sus versos. Nuestra inquebrantable esperanza. O incluso el saber que existe una probabilidad enorme de que no lleguemos a cumplir nuestro sueño de tener a esos héroes delante, pero que de igual modo permanecemos con un pequeño anhelo que nunca se apaga por mucho tiempo que pase. Que si hoy no pudiste verlos, seguro que mañana podrás volver a intentarlo.

No hablo de esa gente que se aferra a la pierna de su ídolo llorando, ni de locas histéricas que sueñan con acostarse con el famoso de moda. De quien hablo, y a quien va dirigida esta reflexión, es de aquellos que siguen un sentimiento encarcelado dentro de una persona o un grupo que decidieron ganarse la vida poniendo los pelos de punta a quienes les escuchan. Hablo del espíritu de esas voces invisibles que claman al viento juntas que los que están subidos al escenario son personas normales, como los que aguardamos al otro lado del escenario, pero que han conseguido hacer sentir especial a cada uno de nosotros por igual.

Para muchos es muy duro saber que esas personas tan importantes en tu vida, no sepan siquiera que existes, que te acompañaron en tantos momentos de tu vida, que te ayudaron a conquistar el amor de otra persona, o incluso, que alguna de sus letras haya servido de último adiós a un ser querido que ya se fue. Pero ¿qué importa que no sepan de tu existencia mientras sigan decorando tu vida con un poco de su magia? Creo que mientras sigan emocionándote, merece la pena seguir al pie del cañón, pues muchos de nosotros nunca daremos la espalda a aquellos que forjaron un recuerdo a base de acordes. Pero esta vez, los protagonistas no son quienes dedican su vida a hacernos soñar. Estas palabras, van para todos los que, como yo, daremos vida a sus leyendas.

¿Quienes son entonces aquellos de quienes hablo?

Son ellos, los que permanecen ocultos en un mar de personas.
Son ellos los que dan forma a una sola voz ensordecedora, que recita las letras que adornan sus vidas.
Son ellos los que, tumbados en su cuarto, observan pósters y objetos recogidos del fin de un concierto cual tesoro, imaginando historias que nunca han ocurrido, pero suficientes para crear una sonrisa.
Son todos ellos los que os siguen sin que ni siquiera les miréis a los ojos.
Son ellos los que a pesar de que ignoréis su existencia, continúan defendiendo vuestro nombre. Unos guardianes que algunos se atreven a despreciar sin pararse a pensar que no serían nadie sin ellos.
Son ellos los que en cada concierto, cada ronda de firmas, ven una oportunidad de daros las gracias en persona.
Son ellos los que a diario caminan por la calle con vuestra música a todo volumen, imaginando que el mundo que les rodea está decorado con vuestros temas.
Son ellos los que cuando mencionan vuestro nombre, se sienten identificados como si les llamasen por el suyo propio.
Son ellos los que susurran un gracias ineludible tras cada concierto.
Son ellos... los que escriben estas lineas que nunca leeréis.

¿Todo en esta vida es posible? Ni por asomo. Pero de vez en cuando, algo que creías incapaz de conseguir, te sorprende haciendo acto de presencia.
Un día cualquiera, puedes levantarte con la misma piel con la que te acostaste la noche anterior, vestir con tu camiseta favorita, salir a la calle rumbo a un concierto, y disfrutar como nunca de su voz, sus instrumentos, sus letras y sus sentimientos.
Un día cualquiera, al terminar ese concierto, por alguna razón que no conoces, puede que te cruces con ellos, te miren a los ojos, tus ojos, y sin darte cuenta le regales una sonrisa acompañada de un mar de lágrimas de emoción.

Puede que, no gracias al destino, sino a una enorme casualidad, ese mismo día que te levantaste como uno más, sea el mismo día que acabes hablando con las personas que ponen banda sonora a tu vida.

Es por eso, por lo que amo la vida. El no saber lo que va a pasar y las infinitas posibilidades de que algo ocurra.
Porque que algo no sepas que va a ocurrir, no es motivo para dejar de pensar que ocurrirá.

En el momento más inoportuno...
Cuando no estés preparado para encontrarte cara a cara...
En ese instante en el que te quedas en blanco...
Cuando no tengas todo el tiempo que te gustaría...
Cuando nada sea igual a como te lo imaginaste...

Solo entonces, verás tus sueños hechos realidad.

Si digo esto, es porque, a pesar de ser alguien que afirma siempre que no todo es posible, que la vida es dura e injusta, que los buenos siempre pierden y los malos siempre ganan...

A pesar de todo esto...  sin tener la menor idea por la mañana, aquella noche acabé brindando con ellos.
A pesar de todo esto... puedo asegurar, que algunos sueños, sí se cumplen...



Y como vosotros habéis hecho tantas veces, regalándome frases para recordar, esta vez seré yo el que os dedique una:
Hoy he vivido un sueño mientras dejaba a la vida dormir.



-Vii Broken Crown-



Dedicado a mis trovadores de la vida, Mägo de Oz, a los cuales no dejaré de dar las gracias por regalarme unos recuerdos tan valiosos.



``Si has dejado morir sueños por realizar, si la melancolía es tu condena, líbrate de cadenas y ponte a vivir´´.
Sigue la Luz, Mägo de Oz-

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